miércoles, 29 de julio de 2009
El verano de Vancouver
viernes, 26 de junio de 2009
Coldplay, embajadores del verano
Tras posponer en dos ocasiones a una de las bandas con más tirón de la escena internacional, Vancouver ha sido el escenario donde disfrutar del pop-rock con el que Chris Martin y sus tres colegas deleitan al gran público.
Con tanto barullo, escaleras, puestos de camisetas y mostradores de comida rápida, la espera no fue tan larga, y tal como dijeron los intérpretes de Chasing Car, los británicos subieron al escenario.
Entonces, Clock apareció en escena, siendo hasta hoy la referencia de Coldplay, algo que en pocos años podría considerarse mítico. Hubo tiempo para todo, canciones del primer disco, lanzado en el año 2000, Parachutes; mayor espacio reservado para A Rush of Blood to the Head (2002); y X & Y (2005), el álbum más corriente de todos, que podríamos decir, cuenta con un gran tema, Fix You. Por supuesto, la calidad del último trabajo donde se aprecia la madurez musical a la que Coldplay ha llegado tras diez años en escenarios con grandes temas como Cementeries of London, Viva la Vida, y cómo no, una de las más destacadas, aunque no popular, Lost.
El espectáculo rodaba sin parar mientras el vocalista iba de un extremo a otro con una voz que jamás le abandonaba. Llegaron grandes momentos para el piano con canciones rockeras como Politiks y otros más tranquilos pero de una intensidad irresquebrajable como 42, una de las mejores del último álbum. Y el gran momento llegó con la propina cuando tras despedirse, tocaron The Scientist, un tema que a día de hoy ya ha hecho historia.
miércoles, 20 de mayo de 2009
Sunshine Coast, la otra orilla
A pesar de que Canadá es el segundo país mas grande del mundo y viajar a través de él, en ocasiones se encuentra entre el sueño y la pesadilla, no todo lo bonito está necesariamente lejos. Por otro lado, Columbia británica es mucho más que Vancouver, Whistler y el conjunto de ciudades conectadas por el tren de cercanías.
Una de las opciones que ofrece la costa del oeste es la posibilidad de alcanzar numerosos paraísos, pequeños lugares con encanto poblados de legendarios árboles, osos, granjas locales, pequeñas galerías y playas secretas.
La carrera hasta el backpacker fue ni más ni menos que de 11 dólares, pero no estaba la cosa como para poner pegas. Pagué con un billete de 20 y el taxista pretendía quedase con el cambio…
Salimos por la parte delantera y sonreímos por el encanto que ofrecía el paisaje. Encontramos un buen sitio para comer y la primera indicación que sólo una persona del área puede ofrecer. Con el descenso de la comida, nuestros pies ascendían por una colina bastante empinada que nos llevó a la carretera principal, Gibson Highway, donde se encontraba el cine y los grandes almacenes que robaban una parte del alma del pequeño pueblo de pescadores. Sin embargo, continuamos caminando hasta que nuestro sentido nos pidió cambiar la ruta, giramos hacia la izquierda, y nos adentramos en Pratt Road, una carretera interminable que desembocaba en el océano.
miércoles, 13 de mayo de 2009
Cigarro para llevar
domingo, 5 de abril de 2009
Nieve de transición
miércoles, 1 de abril de 2009
comunicación, IMPACIENCIA, incomunicación
martes, 24 de marzo de 2009
Esto sí que es amor
miércoles, 25 de febrero de 2009
Cine y palomitas...
- Supermercados: por lo general tienen varios modelos... palomitas con mantequilla, con bastante mantequilla y con muchísima mantequilla. Me atrevería a decir que están en el número 1 del ranking... También podemos encontrar de caramelo y/o de caramelo y sal...Esto sin olvidarnos de las palomitas con queso. Si buscas palomitas con sal de toda la vida, sólo las puedes encontrar en un lugar.
- Cine: aquí tenemos dos opciones; por un lado las palomitas con mantequilla; por otro, palomitas sin nada... a las que tienes que añadirle sal, y entonces sí, es muy probable que necesites varias botellas de agua si no quieres morir en el intento de ver la película...
viernes, 6 de febrero de 2009
Sonriendo al frío
Hoy he salido sin gorro, he sentido el frío, la brisa del oxígeno. Hoy he mezclado la escarcha con la luz de la mañana.
Entre semana, amanezco cuando aún es de noche, dentro se está bien, pero cuando salgo, en la esquina me espera una sorpresa, y aunque soy consciente de ello antes de salir, no deja de ser el sobresalto diurno... Entonces es cuando un pelotón de palabras malsonantes salen disparadas y van corriendo por mi mente...
El frío de la mañana es el mejor despertador, la alarma de incendios más efectiva y el mensaje más positivo que me recuerda que estoy viva, que estoy en Vancouver y que es una suerte que mi cuerpo camine para positivar los números negativos que invaden el ambiente.
Hoy he salido con el gorro en la mano, no me he escondido dentro de la braga que me protege la garganta, no me he encorvado para conservar el calor.
Hoy he salido mirando hacia el frente, a la izquierda para contemplar el parque con el mar detrás, también para soñar con esas casas cuyos cimientos se bañan con la humedad del Pacífico.
Hoy he salido y he disfrutado del frío, he observado a los deportistas que no entienden de estaciones y he sonreído.
Hoy he salido con el frío, cuando me estaba acostumbrando, he sentido punzadas en las orejas, parecía que se iban a caer, pero finalmente, han aguantado hasta la parada... y he sonreído cuando he visto que el autoús se estaba acercando.