miércoles, 25 de febrero de 2009

Cine y palomitas...


Es cierto que lo que hoy en día se lleva es un conglomerado de cemento muy bien decorado -según del que hablemos- destinado a un target múltiple: pandillas, familias, parejas, independientes... 
Estos sitios suelen ser grandes superficies, un pack gigante que cuenta con: centro comercial+cines+restaurantes+guardería+bolera+café+copas. 
Si hay algo claro en todo esto es que lo que en un primer momento pasó a ser un gran súper mercado, se fusionó con la diversión dando lugar al centro comercial y de ocio tan querido y requerido en nuestros días.  

En Vancouver no está tan de moda el gran pack, ya que podemos encontrarnos con cines sin que éstos sean un añadido del centro comercial. Y aunque he de reconocer que en un principio me resultó un poco chocante ver tantas tiendas y restaurantes sin ninguna indicación de dónde se encuentra la zona destinada para la gran pantalla... en el fondo, tiene sentido.

Yo echo de menos ir al cine de toda la vida, ir a una sala como algo exclusivo sin tener que pasar por numerosos escaparates y barras que te distraigan del objetivo en cuestión. Me gustaba ir al cine, caminar por la calle, no pensar en el aparcamiento... y entonces sí, llegar a una taquilla cuya cola está fuera del establecimiento, coger el ticket y entregarlo en la entrada. 
Me encantaba ver una única máquina de palomitas, lo suficientemente potente como para impregnarlo todo de maíz y sal... y me gustaba pensar en los gusanitos de tubo que tanto tiempo hace que no veo... 

Las PaLoMiTaS canadienses: si hay algo que me disgusta son las opciones tan malas... 
  1. Supermercados: por lo general tienen varios modelos... palomitas con mantequilla, con bastante mantequilla y con muchísima mantequilla. Me atrevería a decir que están en el número 1 del ranking... También podemos encontrar de caramelo y/o de caramelo y sal...Esto sin olvidarnos de las palomitas con queso. Si buscas palomitas con sal de toda la vida, sólo las puedes encontrar en un lugar.
  2. Cine: aquí tenemos dos opciones; por un lado las palomitas con mantequilla; por otro, palomitas sin nada... a las que tienes que añadirle sal, y entonces sí, es muy probable que necesites varias botellas de agua si no quieres morir en el intento de ver la película...
Por lo demás, el cine es como los que ya conocemos... aunque la última sala en la que estuve, los asientos se movían con lo más mínimo que hicieras, dando lugar a  un estrepitoso ruido de silla de abuela de Pasaje del Terror...



0 comentarios: